Después de varios meses de pandemia, lo podemos contar como personas y como empresa. Por eso, en estos momentos dramáticos, de confusión e incertidumbre, queremos tener un recuerdo cálido por los que han fallecido y por las empresas, autónomos y empleados que se han visto de imprevisto en una situación crítica. Para todos ellos, nuestros mejores deseos.

La vida de las personas y la vida de la actividad laboral por delante. Esta catástrofe debería servirnos para reconsiderar muchas facetas de nuestras vidas y tomar consciencia de lo frágil que es la vida y, al mismo tiempo, tal vez por eso, un maravilloso regalo. Valoremos la vida.

Desde nuestra modesta posición, apelamos a la consciencia y responsabilidad de la gente para cuidarse concienzudamente y cuidar de los demás como se cuida uno así mismo. Nada más gratificante que cuidarse y cuidar a los demás. Si no se cuida al prójimo, tampoco se cuida uno a sí mismo. Ha quedado más claro que nunca: todos dependemos de todos.

Vienen tiempos difíciles para personas, familias y empresas. Hay que ser consciente de ello y que cada uno desarrolle lo mejor de si mismo para cuidar y favorecer la vida y la actividad laboral para que a nadie le falte lo necesario.

Nuestros mejores deseos para todo el mundo.

Tags:

2 comments

  1. Estimado Astrid, muchas gracias por sus bonitas palabras. Debora Dani Annette

  2. Un post muy interesante. Gracias por la información. Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *